"Los calambres"

Los “Calambres”

Por Raúl Rodríguez Angulo

El lunes amanecimos con dos noticias: El registro de “EL Cacho” Zaragoza como aspirante del PRI a la Alcaldía y, la otra, los “calambres” porque en su afanes suele salirse del redil a decir de quiénes analizan las cosas desde la capital.
Resulta que supuestamente Guaymas se “complicó” y se dio una contraorden para que Otto Claussen “siempre sí se registrara”.
La versión me parece más bien un llamado de atención aunque a estas alturas ya se sabrá que ocurrió.
Pero el asunto debe servirle a Zaragoza, la línea es una, el camino ya se sabe así que no hay que complicarse.
La versión adversa corrió por supuestamente apoyar las aspiraciones de Artemisa Lara para la Diputación local, contraviniendo el proyecto oficial que dispuso a Claussen para el cargo.
Si fue así cuidado, porque no es la primera “contralínea” que se le atribuye a los “cachistas”, tanto que su nominación estuvo en juego hasta el último minuto.
Hay algo que se llama disciplina y formación política cuya carencia puede afectar a quien se meta en esto y peor aún, terminar perjudicando la estabilidad de una comunidad.
Ojo, pues.
En Empalme mientras avanza don Antonio Doumerc en pos de la nominación y si bien es cierto está muy posicionado por su papel de empresario y bienhechor, todavía no puede jurar que la tiene “amarrada”.
El secretario Trinidad Flores Mendoza sigue ahí y es el favorito oficial, pero como ya se fue Samuel Rodríguez por la nominación para la Diputación local, se ve difícil que le dejen todo el paquete al mismo grupo.
Ahí Javier Ortiz se suelta en pos de la Alcaldía por el PRD señal de que ya lo soltaron tras el descalabro a Juan Manuel Sauceda en sus sueños guajiros por la gubernatura sonorense.
Javier era alfil saucedista para negociaciones que reforzaran el andar de Carlos medina rumbo al Congreso del Estado, pero el pedradón al ex alcalde empalmense desde el CEN perredista hace cambiar las cosas.
Javier Ortiz deberá jugársela contra Reynaldo Rodríguez, quien fuera buen alcalde en el primer trienio del siglo 21 en empalme.
Pero Reynaldo tiene dos cosas a resolver, aquella actitud débil para muchos en el caso de las inundaciones de ese año que le costaron el calificativo de débil para las decisiones y, peor aún, el proceso que se le abrió en el estatal negriamarillo cuando se fue a trabajar al mesón boursista con Jesús Ávila Godoy.
Ya veremos dijo el ciego.